jueves, 26 de julio de 2012

«El Vago Sabio»

alquimista
Era Yong Jun un joven despierto y alegre que,sin embargo,no parecía poner mucho empeño en trabajar.Su padre era un hombre acostumbrado a una vida de privaciones y duro trabajo y le dolía ver su indolencia.Así pues, decidió q...ue había llegado el momento de que su hijo se independizase.Se dirigió a él,le dio algo de dinero y con voz seria le dijo tajantemente:
− Hijo mío,has alcanzado la mayoría de edad y ni quieres estudiar,ni trabajar. Ha llegado la hora en que tomes las riendas de tu propia vida.
El joven,que era de buen conformar,no se vino abajo,sino que afrontó su nueva situación con optimismo y tomando el camino que llevaba a la ciudad recordó unos versos del Tao Te Ching que miles de veces le había repetido su padre: «Si tienes poco,ganarás. Si tienes mucho, estarás confuso.
Habría andado un par de leguas cuando comenzó a sentir hambre y,viendo una pequeña casa, se dirigió a ella con intención de pedir en ella algún sustento.Al acercarse, vio a un anciano trabajando en la huerta e inmediatamente lo reconoció: era un sabio taoísta al que su padre alguna vez había consultado.Entonces pensó: “Si consiguiera que este sabio me admitiese como discípulo,no tendría necesidad de continuar camino”.Así pues,Yong Jun pidió al sabio que lo admitiera como discípulo.El sabio aceptó,con la condición de que le obedeciera,diciéndole así:
− En nuestro hogar hay siempre cosas que hacer:cuidar el huerto,cocinar, limpiar…Recuerda esto: «Lo más valioso es el tiempo».No debes despilfarrarlo.
− No lo haré,tenedlo por seguro maestro,pues yo también adoro disfrutar del tiempo.
Yong Jun se tomó interés en sus quehaceres,pero pasó desapercibido por el maestro que estaba en sus propias tareas, hasta que el maestro sorprendió al joven sentado sin hacer nada y al reprenderle,el joven respondió:
− Disculpe maestro,pero no estaba perdiendo el tiempo,sino meditando.
El maestro,hombre de gran meditación,calló y se fue.Yong Jun pensó que debía tener cuidado para no correr el riesgo de ser despedido,pero al día siguiente el maestro encontró a su reciente discípulo tumbado sin hacer nada, y de nuevo le amonestó.Pero el joven no se calló:
− Disculpe maestro,pero no estaba perdiendo el tiempo.Estaba descansando,¿no es lícito descansar?.
El maestro entonces calló.Y otra vez, esa misma tarde,después de trabajar en el huerto,lo halló, sin hacer nada con la mirada perdida y al amonestarle,el joven se defendió:
− Disculpe maestro,pero no estaba perdiendo el tiempo.Estaba disfrutando de esta magnífica puesta de sol,¿acaso no es adecuado disfrutar de las maravillas de la naturaleza?
El maestro entonces calló y,frunciendo el ceño,se fue murmurando algo inaudible.Su rabia fue mayúscula cuando,de nuevo al día siguiente lo encontró sin hacer nada y al recriminar su actitud,el joven insistió:
− Disculpe maestro,pero no estaba perdiendo el tiempo.Estaba pensando en las razones de la vida.
Entonces,el maestro ahora ya no pudo callar y cuando parecía que iba a estallar,respiró hondo tres veces y habló con solemnidad:
− Viniste a mi casa pidiendo que te introdujese en el camino del Tao y de la inmortalidad.Sin embargo,en los días que llevas en mi casa,has sido tú quien me ha enseñado una gran lección.Yo ya sabía que lo más valioso que tenemos es el tiempo,nuestro tiempo y que la mejor manera de aprovechar el tiempo es disfrutar cada instante como un momento único.Pero tú me has enseñado a no juzgar el tiempo de los demás,pues las formas de aprovecharlo son muy variadas.
«La Ley del sabio es cumplir su deber,no luchar contra nadie»